La Cabalgata de los Reyes Magos.

Los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar no vienen de Oriente a traer regalos, nunca han salido de aquí. Sólo son parte de un mágico disfraz para endulzar la primera gran decepción de cualquier niño español. El agua para los camellos en la ventana, las colas para entregar la carta o la espera de horas para ver pasar la Cabalgata la tarde del 5 de enero. Todo parecía tan real. Al fin y al cabo no eran marcianos y todos esos exóticos trajes de colores, turbantes, pajes y demás... era porque venían de tan lejos.

¿Todo en vano?. Claro que no. La Cabalgata es el más importante evento de la Navidad, (al menos para los niños), junto con el Gordo de la Lotería y el día de Nochebuena y fin de año.

Ciudades y pueblos cierran el centro al tráfico y sobre las cinco de la tarde empieza el espectáculo: pajes, asistentes, camellos, caballos, carrozas y al final ¡los Reyes!. Todos con sus mejores galas. No hay precio que pague la cara de los niños al ver pasar a los Reyes en los hombros de su padre. También impagable la cara del padre. Hace un frío que pela. A la mañana siguiente, el 6 de enero, los regalos están en su sitio, como siempre ha sido.