¿Pastilla roja o pastilla azúl?

Chicos, primeramente pido disculpas, sobre todo a los seguidores más acérrimos, estoy realizando un curso online que me interesa, le dedico bastante tiempo y no actualizo el blog todo lo que me gustaría. Se hará lo que se pueda.


Hoy voy a hablar de las decisiones en la vida, que estoy un poco "profundo" y hay que aprovecharlo. No es que tenga la regla ni nada de eso, pero me apetece hablar del tema.

Como seres libres que somos (hasta que no engañemos a hacienda), no podemos dejar de elegir continuamente, y cada paso que damos es una elección entre el avanzar o el retroceder, entre el caminar o quedarnos parados.

Esto lo sabemos todos, nos damos cuenta de que siempre dejamos atrás lo que no hemos elegido y esa sensación de que al coger algo, tenemos, sin más remedio que dejar algo, mmm... difícil, ¿verdad?, pues esto precisamente nos produce en ocasiones una gran incertidumbre y "acongoja miento".

Como por ejemplo, cuando no sabes que camisa o jersey comprarte, te gustaría llevartelos todos, pero no puedes a no ser que cagues pepitas de oro.

Es inevitable no pensar: "¿y si hubiera dicho que no en lugar de sí en aquella ocasión? o al revés... o, ¿y si cuando decidí no ir a ese lugar, hubiera elegido ir?, ¿qué hubiera pasado si en vez de matricularme en esto me hubiera matriculado en lo otro?, o si en vez de trabajar hubiera intentado estudiar hasta tener tres másters...", y así hasta el infinito. Siempre eligiendo, siempre en la incertidumbre.

Realmente gracias a esta "limitación" de la condición humana, nos hacemos únicos e irrepetibles. Todas las elecciones y decisiones, las importantes y las que no lo son tanto nos han ido "configurando" como somos. Aunque sin duda también han tenido que ver las elecciones de los que tenemos cerca: ¿y si mis padres en vez de seguir juntos hubieran roto cuando vieron que no iban bien las cosas, o al revés, y si hubieran solucionado sus diferencias y hubieran continuado unidos?, ¿y si mis padres hubieran cambiado de trabajo o de casa, o de pueblo, o de...?. ¡Mil cosas!.
Esto nos conduce a que la libertad de elegir de los demás y sus decisiones nos afectan, no vivimos solos, y parte de lo que somos se lo debemos a otros.

Además, al depender de mis decisiones para tomar un camino que puede hacerme reconfortar más o coger otro equivocándome por completo nos humanizamos, ya que muchas de las decisiones importantes las meditamos profundamente, y tenemos en cuenta los valores que tenemos, o si por el contrario prescindo de estos y me dejo llevar por aparentes seguridades que otros me proponen.

Lo que está claro, es que todos en ocasiones nos equivocamos, y también algunas equivocaciones de modo irremediable para nuestra vida. Lo que a otros les ha ido bien, no tiene por que irme bien a mí. Pero cuando buscamos lo seguro siempre solemos fijarnos en los demás en vez de ser sinceros con nosotros mismos.

¿A qué conclusiones llegáis de todo esto?, ¿Cómo tomáis las decisiones que componen tu vida a diario?. o..... ¿¡ y por qué no te callas !?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aprovechando que yo tambien me he levantado con una poquillo de inspiración y veo que nadie a comentado nada de este tema que a mi en particular me parece muy interesante..Os dejo mi opinion:

En la vida siempre tenemos que elegir entre una u otra cosa e irremediablemente muchas veces nos equivocamos al escoger.O lo elegido no es lo que verdaderamente queremos.

Cuando leeí tu post me acorde de aquel famoso cuento de navidad sobre la avaricia de un hombre de charles dickens(quien no lo ha leeido cuando era peke,que siempre te lo ponian en la lista de libros para leer durante el curso,un poco toston pero con mensaje..).

Podría ocurrir que un dia soñaramos sobre como sería nuestra vida si cambiaramos nuestras elecciones y al despertar elegir si queremos segir viviendo como hasta ahora o cambiarla.

Pero como hasta ahora la fantasia solo existe en las peliculas nos conformaremos con que lo que eligamos haya sido lo correcto.
Hasta otra!!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Mireia en que este es un tema interesante, además de que no tiene edad, ni sexo ni raza. Todos estamos en el mismo saco : la vida es una elección constante y es verdad que con cada una crecemos un poco más como personas.

Inconscientemente estamos SIEMPRE decidiendo.
El problema está cuando nos damos cuenta de que ante una situación, la decisión que tomemos será tan importante como para cambiar el rumbo de nuestra vida.

¿Quién no ha deseado alguna vez poder "clonarse" para vivir las dos situaciones ante las que hay que decidir y así sabríamos cuál es la que preferimos?

Pienso que, ya que no hay otro remedio que decidir (porque no podemos quedarnos con la pastilla roja y tambien con la azul), hay que emplear el menor tiempo posible (pues normalmente decidir es una preocupación añadida para uno mismo), hacerlo con la cabeza y, eso sí, una vez tomado el camino, acarrear con TODAS las consecuencias. Esa es la teoría, pero...SI FUERA TAN FÁCIL EN LA PRÁCTICA, ¿verdad?
El ¿y si hubiera elegido...?, aunque a veces es inevitable, no es aconsejable.

 
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